sábado, 14 de mayo de 2011

La Identidad


Comparto la idea de Benedict Anderson que nos dice “Se trata de las comunidades imaginarias a las que se pertenece por instantes y por afiliaciones imaginativas. Por eso la comunidad que demanda tolerancia es a un tiempo imaginaria, en el sentido de carente de institucionalidad, representación segura u ubicación precisa, real a un hecho sencillo: comportamiento y las prácticas culturales desprendidas de ese comportamiento, de centenares de miles de personas”.

Esta cita me invita a reflexionar sobre qué es la comunidad muxe y en específico de Juchitán, ya que después de repensar dicha cita creo que la comunidad muxe es una comunidad imaginaria, que si bien en un primer momento sirvió para tejer redes de solidaridad y reconocimiento, ahora ha sido utilizado para dar una falsa imagen a los foráneos y saciar más las fantasías externas que propiamente fomenta una unidad y hermandad entre los miembros de esta comunidad imaginaria.

Cuando he entrevistado a mis pares muxes y paisanos o revisado en entrevistas escritas o video grabadas, cuando los entrevistadores les preguntan ¿Quiénes son los muxes?, siempre responden en una forma muy personal y repitiendo la cantaleta de la mujer atrapada en el cuerpo del hombre sin cuestionarse los roles de género y tratando de ubicarse en un imaginario de mujer socialmente aceptable que muchas hermanas mujeres ya ni la piensan ni la sueñan de esa manera, pues muchas han decidido ser, como dijera Rosario Castellanos: “Han pensando en otras formas de ser mujer” cuando los muxes siguen con el rol tradicional de
féminas.

Cuando me han entrevistado, principalmente reporteras europeas, me preguntan quiénes son los muxes, les respondo, los muxes son muxes y con mucho sarcasmo les digo, quieres que utilice los giros lingüísticos de tu lengua para complacer a tu público pues entonces escribe que son vestidas otras transgéneros, y con unas ganas enormes de ser transexual y que ya es un invento de occidente para folclorizar una forma de relación genérica que más que para explicar un fenómeno social satisface una fantasía exótica de las y los fuereños, por ejemplo, revise los estereotipos que ponen, jamás aparecerá un muxe con cuerpo de campesino o pescador o albañil masculino o jóvenes anoréxicas vestidas a la moda que dictan las estrellas televisivas y
que tampoco es la moda de punta que los jóvenes de su mundo portan o travestis otoñales
gordas envueltas en huipiles y trajes istmeños. Volviendo a crear dos imaginarios,el cuerpo joven delgado occidental o el cuerpo otoñal robusto indígena, no hay espacio para otras corporalidades, darketos, queer o simplemente gente común como la mayoría.

Otro gran mito construido es el amor muxe, en estas entrevistas, generalmente reflejan un gran enamoramiento hacia el “marido” pero nadie quiere institucionalizar este matrimonio, es decir se queda en un plano de fantasía e imaginación, pues no se concreta en un vínculo legal, por supuesto por aquellos que optaron por esta vida legal, esto también es discutido con otro mito istmeño, el matriarcado, que al parecer la campechaneamos en una tolerancia que yo le llamaría matriarcado con violencia contra la mujer, lo cual es una contradicción.

Entonces ¿A qué le apuesto? Me parece que deberíamos reconstruir esta comunidad imaginaria por algo más real y concreto, y el grupo de gentes que podría abrirnos visión en el camino son los jóvenes profesionistas e intelectuales que actualmente se están formando en las instituciones, también aquellos que ya se encuentran trabajando en las instituciones, no me refiero al término abstracto intelectual, sino en un sentido sencillo (según los leídos un intelectual gramsciano) es decir jóvenes médicos, profesores, contadores, poetas, pintores,
cantantes, es decir todos y todas que no solamente aporten con su saber profesional sino también con su dignidad personal y la defensa de los principios de sus derechos hacia jóvenes de ser diferentes, pero no aislarse y volverse una burbuja de jóvenes sino que de alguna manera se vinculen con los sectores populares y no necesariamente con la comunidad muxe para poder dignificar a esa parte de la sociedad sin la necesidad de mostrar y actuar según lo que los investigadores y medios exigen de esa comunidad imaginaria y por lo tanto inventado, para volver a reinventarnos en un mundo y en una comunidad más real y humana.

Estas ideas me surgieron a partir de haber terminado el libro de Elena Poniatowska de Leonora Carrigton sobre una biografía novelada de esta autora México-Irlandesa que vivió gran parte de su vida en nuestro país y que pudo ver a través de sus ojos Irlandeses un México surrealista y cómo al final de sus años, cercano a la muerte una joven llamada Pepita la vuelve una abuela adolecente y la lleva a conocer el museo de arte de la UNAM, la lleva a bailar al King Kong para ser seducida por un pachuco bailador, mas no bailarín.

Esta misma sensación la tuve y ganas de vivir como púber ya rebasado el tostón cuando oigo el entusiasmo y las ganas locas de vivir de mis estudiantes universitarios o de mis queridos amigos muxes e inteligentes que de cariño les digo muxe nuu spiani.

Les recomiendo enormemente a mis lectoras y lectores leer ese libro maravilloso de Doña Elena Poniatowska que quizá les lleve a reflexionar sobre otros ámbitos de sus vidas y no necesariamente a las que me llevó a mí.

DE ELÍ BARTOLO.

domingo, 8 de mayo de 2011

Recorrido imaginario por Juchitán


"Aproximadamente 15 minutos antes de llegar a Juchitán se pasa por La Ventosa, un valle que hipnotiza al espectador con los aerogeneradores que reposan sobre humedales y ganado, diseñando una nueva arquitectura e identidad en el istmo que siempre está en permanente intercambio y negociación con la cultura de México y del mundo.


El nombre Juchitán viene del náhuatl "Ixtaxochiltlán" que significa "Lugar de las Flores Blancas".  El cielo siempre es  azul en Juchitán, el clima es cálido, ideal para tomar unas caguamas (cervezas) siempre que sea posible. Antes de que caiga la tarde los pájaros cantan con toda la fuerza de la vida para despedirse del día que se lleva el aliento de la tarde con el viento que siempre es permanente.


El río que atraviesa la ciudad: el "Guigu Bi'cuu", o "Río de los Perros" por su nombre en español. El nombre se deriva de la fauna acuática que poblaba el río a comienzos del siglo XX, conocida como "perros de agua"; nutrias. Me provoca saber si aún las hay, sin embargo, para el alivio de los curiosos, en época de verano es común encontrar perros (callejeros) refrescándose en su caudal.


Jucho, para los que le tenemos cariño, es una pequeña ciudad del Istmo de Tehuantepec, según el INEGI su población (en 2005) es de 70,714 colocándose como la tercera ciudad en tamaño del Estado de Oaxaca.  Su ubicación intermedia entre Coatzacoalcos y Salina Cruz y entre el sur y el centro de México,  la coloca como un punto geoestratégico de transferencias y comunicaciones humanas y comerciales, también es un punto de paso para los migrantes  que deciden arriesgarse en el mítico ferrocarril "al norte",  estigmatizadocomo el "ferrocarril de la muerte" por los medios amarillistas.

Juchitán es un pueblo de encantamiento. En Juchitán alguna vez escuché la historia de las tumbas de los inmigrantes centroamericanos.  Cada año, para el día de los fieles difuntos, personas anónimas llegan a depositar el Panteón Domingo de Ramos, ofrendas frutales y flores ante 13 cruces que no dicen nada de los muertos que ahogaron en las costas oaxaqueñas hace aproximadamente cuatro años. Aparentemente a los juchitecos les espanta la idea de morir en tierra extraña. La costumbre dice que cuando un migrante zapoteco muere lejos, los familiares tratan todo lo posible de que el cuerpo se arropado en la tierra en donde fue sepultado su ombligo. Cuando esto no es posible se encarga que se vaya a enterrar a un muerto reciente del pueblo ropa nueva para que a través del muerto reciente pueda llegarle eso al migrante difunto y pueda presentarse de forma adecuada ante el Creador. Además de su significado metafísico es un gesto de re-conocimientoi, solidaridad y empatía, tal vez porque más allá de las banderas polítcas somos al igual istmoamericanos, entre nos-otros no somos tan desconocidos. La circunstancia del migrante, no les son ajena y son el relato de muchos juchitecos para quienes resulta terriblemente triste la idea de morir y ser sepultado en tierra extraña.


Otra costumbre que se mantiene viva en Juchitán es la de visitar los panteones durante la semana santa; cuando inicia la Semana Santa con el fin de celebrar la muerte, resurecciòn y vida de cristo, las personas recorren el panteón que lleva el nombre Domingo de Ramos. Los días Miércoles Santo en el panteón de Gheguigo y el Domingo de Ramos en el panteón de Juchitán, las personas van a sus tumbas a limpiarlas y decorarlas con flores de la región como el Guie chachi (flor de mayo), coros, guie xhuba, guie danna, entre otras, las calles se llenan de puestos con antojitos regionales como el bupu, la garnacha, tamales de iguana y una gran variedad de dulces regionales, la fiesta dura toda la noche la gente bebe y escucha a los trios recordando a sus difuntos, pero resulta ser un día de fiesta pues se conviven con sus muertos. Una costumbre muy peculiar pues es una situación atípica para tales fechas. Así mismo, durante la celebración de la Semana Mayor, las secciones que forman a Juchitan organizan una serie de actividades religiosas conocidas como ermitas, que bajo el amparo de algún santo patrono, diferente para cada sección, van realizando pequeñas festividades en las calles.

En el Itsmo de Tehuantepec se comparten algunas tradiciones con Guatemala. Algo que amarra a Juchitán con las tradiciones y el fervor guatemalteco es la fe por el Cristo de Esquipulas. Para el mes de enero, cada año se hace un peregrinaje muy grande desde Juchitán para venerar al Cristo negro del cual son muy devotos. También hay otros quienes practican la santería y veneran a Maximon, que en general se ha convertido en un santo para transexuales, prostitutas, mayates,  quien se puede ver en peluquerías y espacios similares.
También para el Día de los Difuntos, que se conmemora cada 2 de noviembre desde  el siglo XVI.  Para este día, generalmente las personas en sus casas elaboran pequeños altares con la fotografía de sus muertos. Las tumbas son adornadas. La comida en la tumba es otro de los elementos importantes en esta conmemoración a los difuntos. Además de comer, beber y fumar en la tumba, para compartir con los “que se fueron”.


Volar el barrilete, en ambos espacios, en los días de noviembre tiene un significado místico relacionado con los rituales mortuorios. En estos territorios, el barrilete es el punto de conducto entre el antepasado y el vivo.  A eso se llama lar.  Es por este medio que bajan los difuntos para visitar a sus seres queridos, y deben subir de igual manera para que realmente se marchen. El barrilete o papalote, también se utiliza como una forma de decir al muerto “aquí estamos presentes”. Las banderas de los barriletes representan a las familias patrilineales que los confeccionaron.


Las tradiciones de Juchitan se exhiben como una mezcla de la cultura zapoteca con la hispanidad y el juego de géneros que se en un hervidero de cultura y de fiesta.  Las fiestas más conocidas son "Las Velas" de mayo, en total son 26 velas. Son fiestas de toda la noche en honor a diversos santos, incluido el patrono local, San Vicente de Ferrer.


Aunque las velas son parte de la estructura social, de la vida y de la formación de comunidad y cultura en el istmo, surgieron hace relativamente poco (siglo XIX) y no necesariamente son muestra de una tradición ritual de origen zapoteco. La vela muxhe, la “Vela de las Intrépidas Auténticas Buscadoras del Peligro”,  es de más reciente duración y data de 35 años atrás. La más reciente vela fue para el 20 de noviembre pasado, a cien años de la Revolución Mexicana y 35 años de la Vela Intrépida.


Las intrépidas son un grupo de muxhes trans que de hecho ejercen ese rol femenino mitificado y generalizado. Son Las Auténticas Intrépidas Buscadoras del Peligro, las muxhes más importantes de la sociedad juchiteca.
Medios mexicanos como Televisa e internacionales cubren la fiesta. Entre lentejuelas, huipiles, flores y mucha cerveza, tres bandas tocan sin parar, entre ellas Merenglass, conocidos como los embajadores del merengue en México. Así se pasa la noche alternando, merengue a cumbia o salsa, a música de banda con los tradicionales sones istmeños, pasando por los himnos gays de moda como la “Loca”, de Shakira, canción de la cual se han apropiado para resinificar el coro “loca, loca, loca” por “jota, loca, obvia”. ¿Humor, ironía, una burla emancipadora hacia sí?


Jóvenes de toda la república mexicana, académicos, artistas, fotógrafos, antropólogos, viajeros extranjeros son atraídos por la curiosidad, el morbo, la lujuria, o la esperanza en una fiesta muy bizarra, la fiesta de ´los muxhes. Una fiesta que promete una semana cultural, arte, proyección de películas, mesas redondas, debates, etc. Las Intrépidas hacen todo el ritual: bailes, mucho alcohol, convivio, desfile, misa, la regada de frutas un día antes de la vela, etc.  Luego de la vela se celebran dos fiestas más, el lavado de ollas y el recalentado. Además otras velas alternan como la de  la séptima sección, que pertenece a la Sociedad Lésbico Gay Muxhe, organizada por Gema, una antigua intrépida. Sucede simultáneamente, debido a la falta de articulaciones en el proceso muxhe, pero también por el hecho de que cualquier nueva inventiva es pretexto para otra fiesta una comunitaria.


Por tradicional Juchitán no deja de ser novedoso e ingenioso. No hay nada que se esconda bajo el sol en Juchitán. Juchitán es pequeño, pero siempre está cambiando, desafiándose a sí e imaginándose de otra manera pero sin renunciar a sí. Esa es su  magia y su verdadero rasgo distintivo.
En conclusión estas tradiciones representan un constructo imaginativo de resistencia y simbiosis frente al sistema-nación heteronormativo y occidental en el que se ha embarcado el gran México moderno. Es una forma, desde lo local, de reivindicar su autonomía, su espacio corpóreo y su territorio, desafiando la dominación de Babilonia desde los disfraces de la costumbre.

Cumbia Muxhe, Pepe y sus Embajadores

viernes, 6 de mayo de 2011

ABSTRACT DEL DISEÑO DE INVESTIGACIÓN PARA TESIS DE LICENCIATURA EN CIENCIAS POLÍTICAS, UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR GUATEMALA

OBJETO DE ESTUDIO:
La política del deseo y las prácticas subversivas del cuerpo en dos ámbitos comunitarios. Estudio comparativo del certámen de belleza gay en Quetzaltenango, Guatemala, Umial Tinimit gay Re`xelaju`j no`j y Juchitán, México, la Vela de las Auténticas Intrépidas Buscadoras del Peligro.




PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN:
  • ¿Cuáles son las practicas subversivas del deseo ante la matriz de poder heterosexual en el certámenes de belleza gay en Quetzaltenango, Guatemala, Umial Tinimit gay Re`xelaju`j no`j y Juchitán, México, la Vela de las Auténticas Intrépidas Buscadoras del Peligro?
  • ¿Cuáles son las estrategias que emplean dos comunidades indígenas de Quetzaltenango, Guatemala y Juchitán, México,  para transgredir, desafiar y sobreponerse a la matriz heterosexual. Comparando las relaciones de poder y dominación de sus cuerpos en el marco de dos Estados particulares?

PLANTEAMIENTO:
El presente estudio estudio para tesis de licenciatura se interesa en explicar el certámenes de belleza gay Umial Tinimit gay Re`xelaju`j no`j y, la Vela de las Auténticas Intrépidas Buscadoras del Peligro como espacios políticos que se articula a las prácticas de poder. Estudiar  estos circuitos de belleza como espacios de poder que definen y socializan lo que es o no legítimo, lo que es bello y eso es una forma de imposición cultural control sobre los cuerpos y la sexualidad. Otorgándole a los cuerpos “legítimos” una serie de poderes y privilegios.

Es por ello que son una plataforma política no convencional especialmente si se trata de celebraciones con elementos de ritual gay indígenas,  ya que se pueden entender como formas y estrategias de subversión que estas minorías sexuales y étnicas han adoptado frente a los mecanismos convencionales de dominación desde la matriz heterosexual que la cultura tradicional transmite por la familia, medios de comunicación, y otras instituciones desde el nacimiento.

Este proyecto, plantea entonces entender las estrategias que se emplean desde sujetos con arraigo e identidad indígena, Quetzaltenango, Guatemala y Juchitán, México,  para transgredir, desafiar y sobreponerse a la dominación política, ideológica, fisiológica y económica de sus cuerpos. Comparando las relaciones de poder en el marco de dos Estados particulares.

Estos certámenes permiten reflexionar sobre la construcción de nuevas tipologías de sexo/genero desde una racionalidad comunitaria quiché y zapoteca, dentro de un discurso de frontera, afuera de los discursos hegemónicos.

Estos certámenes festivos se pueden comprender como transgresiones desde relaciones centro-periferia, en donde estos cuerpos negados, periféricos, a través de acciones políticas colectivas, subvirtiendo los referentes hegemónicos poder, al ser apropiados por cuerpos de hombres indígenas quiches y zapotecos.

Frente a la normativa de género, estos procesos desafían el vendaje cultural de género masculino/femenino dentro del espacio comunitario. Estos certámenes  son una plataforma certámenes de belleza y adecuándolos a su imaginario indígena para reconocerse. Logran subvertir el poder para validarse para que los sujetos de estudio puedan hacerse ver; “llamar la atención”. Resignificando el ritualismo tradicional desde sus propias interpretaciones, pasiones y experiencias, constituyendo nuevas identidades sexuales, más allá de una condición sexual y étnica minorizada y exotizada desde la mirada del poder: la matriz heterosexual.

Se trabajará en el abordaje conceptual de las relaciones de poder y representación sexo/genero en Quetzaltenango, Guatemala y Juchitán, México, no desde la perspectiva hegemónica de la victimización, la enfermedad y el sufrimiento, manejada por algunas ONGs y académico, sino desde una teoría enfocada en la liberación y el empoderamiento de los cuerpos periféricos, la teoría queer. Esto conllevará a la observación, sistematización  y análisis de estos procesos en el marco de una la lucha por el reconocimiento pleno en derechos económicos, sociales y políticos.

También será necesario hacer una revisión sobre las relaciones de sexo/genero y poder desde lo local, en estos dos casos, para comprender las normas subjetivas y objetivas que moldean la matriz heterosexual en estas sociedades.

Para comprender las reglas de dicho sistema de géneros tanto en lo público como en lo privado es necesario explorar el espacio territorial y el campo de relaciones de los sujetos que lo conforman. Como afirma Judith Buttler, el género debe de pensarse como una construcción social. 



miércoles, 4 de mayo de 2011

Cuerpo y Territorio Mesoamericano

El Istmo centroamericano, Mesoamérica, la región maya de América, es un territorio de arraigo cultural. Ocupa el espacio geográfico que divide dos imaginarios socio-económicos el “Norte” del “Sur”. La franja que comienza de la parte más angosta de la República Mexicana, Tehuantepec y culmina en Panamá, está atravesada por fronteras políticas, económicas y culturales. Sin embargo intentaremos asociar prácticas transgresoras ante las tradiciones, políticas y costumbres que han intentado regular nuestros cuerpos, para encontrar ese "común" que ha sido atropellado por una  nueva geografía: el sistema finca, la corrupción y la desgracia de ser el patio trasero de los Estados Unidos de América.


Esta nueva verdad se implantó en este espacio usando la fuerza y borrando la memoria. Desde pequeño se aprende que lo no se dice, es tabú, lo que se mantiene en  silencio, al margen, debe ser algo malo, es la voz de la injuria y la injuria hace de nuestra existencia una sombra. Esa misma voz nos nombra por lo que esencialmente creemos e intentamos ser, hombres/mujeres, hetero/bi/homosexual, entrar en una casilla, un closet que nos defina y asigne un role en la sociedad. Esos silencios, los muchos vacíos generados por la voz que vigila, la que históricamente ha dividido a los pueblos indígenas y mestizos, ha dejado el registro a la imaginación, y la realidad confinada a un realismo mágico cotidiano.


Este blog, es un esfuerzo, una búsqueda por significarnos, entendernos en una propia economía de encuentros y negociaciones con los otros. Es un esfuerzo por hacer evidente lo que no se muestra frente a lo que aparentemente “es. En un que comparte una historia contada en pedazos, diseccionar lo que se hace por tradición, los rituales de género y las políticas del cuerpo. 

En la práctica, desde  nuestro ser sexuado, pretendemos hacernos visibles, en el blog y en otros medios, para marcar una ruta de experiencias, podemos llamarle “activismo queer”, que atraviese el único  horizonte aparente “la heteronormativa”, “el closet” para quebrar ese espejismo a la mitad. Ya una vez roto el hechizo la realidad no se puede volver a ver igual.

Este espacio es el reflejo de ese espejo roto que con nuestros aportes refleja lo que entendemos por real, para recibir de vuelta otras miradas sobre el mismo objeto estudiado. Que empiecen a contarse las historias silenciadas.