domingo, 4 de septiembre de 2011

Viaje a Ikoot un otro cuerpo-lugar, otras historias estelares...

San Mateo del Mar, un lugar insólito, extraño, su-real. Con mucha energía, mucho silencio, paz, como si el tiempo hubiera muerto. Ese lugar es el cerebro, la noosfera de los ikoots o huaves.


No son seres de maíz, son un pueblo de agua y viento. El mar, pareciera estar en comunión con el pueblo, protegido por medusas, como si  escondieran la verdad del mito griego. Las olas calladas perturban casi como su gente que no cruza la mirada ni comparte palabra con el extranjero.


Se dice que vienen del Perú o Nicaragua.  Su expresión, su ser ajeno lo afirma. Son los otros entre los otros. Tengo la impresión de que fuman mariguana. O puedo ser yo en mi viaje tan extraño hace que en el desierto sienta el eco afuera en mi.

Mito del Barco oriental atrancado en la Laguna Superior o “mar muerto”,  el “mar vivo” es el mar abierto, al sur de la comunidad.


Los ritos y ceremonias los huaves los guardan con celo. Comentan que si hablo de sus mitos estaré llamando a los espíritus.  Casi todo el año realizan rituales relacionados con la lluvia. Los ikoots veneraban a Nijmeor Cang, relacionada también con müm ncherrec (madre viento del sur). Una Virgen de Piedra que vivía en el mar ahora representada como la Virgen de la Candelaria, con las que arranca el ciclo ritual del año.




La Candelaria representa además la bienvenida del viento del sur (müm ncherrec, madre viento del sur), que terminará por traer la ansiada lluvia y que muchos aún vinculan con la antigua Nijmeor Cang.


Las Velas de la Candelaria son las que más influencias externas han experimentado de la cultura zapoteca en el Istmo de Tehuantepec, con la “regada de frutas”, sus huipiles floreados, cartones de cerveza y cargos de las mayordomías como los de capitanes y capitanas.






Su espiritualidad es bizarra para el ojo ajeno. Esta profundamente relacionada con la representación de la naturaleza, sus tiempos y el mar. 






En mi visita encontré en una pared de una casa rota hay un mural terrorífico en honor a la Santa Muerte. Nos acercamos por curiosidad pero un olor nos hace ver abajo, donde estamos, en el suelo, medusas muertas por todos lados. ¿A qué ritual corresponden? ¿Serán una ofrenda? Una parte de mi no quiere saber.




¿La medusa y la serpiente que tiene que ver con San Mateo del Mar?

Dicen que cada vez que cae un rayo en un coco nace una serpiente. Dicen que las serpientes les hacen el amor a los hombres adaptando su vagina para poder hacerse humanos.



En el atrio de la iglesia hay una campana que esconde otro extraño mito relacionado con la rivalidad. Dicen que Dios les dio una campana, venida del cielo para los huaves. Los Juchitecos creyeron que esa campana les fue robada. Hacen un intento por robarla o para ellos recuperar la campana pero no pueden, los huaves se resisten. Desde ese día en adelante un guardia cuida la campana.


Los huaves están en otra dimencion, conectados con el universo de otra forma. Por eso nos miramos extraño, por eso el acercamiento es mágico.

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