¿Quién es la Sandunga?
La sandunga hoy es un himno oaxaqueño, nació como sencilla tonadilla compuesta de un son y un zapateado, pero con tan sentida inspiración que ese canto de alegrías y de penas acompaña a los istmeños de la cuna a la tumba. Inclusive para aquellos que viven fuera de su tierra.
Fueron los istmeños que popularmente bautizaron la canción por "La Sandunga". Palabra que en voz zapoteca significa gracia, donaire y salero. La sandunga es entonces esa mujer alegre, salerosa y bailadora.
Así definiría yo a esta región en donde las personas toman la vida por la vida y viven para vivir.
Alguna vez llegué a creer que La Vela Sandunga, en Santo Domingo Tehuantepec, era la Vela en honor a su Santa pagana, producto de la hibridismo cultural cristiano-zapoteco.
Su origen se vuelve más misterioso cuando se pregunta en su propia Vela quién es "La Sandunga" y la gente no sabe que responder.
Pero encontré que La Sandunga es una canción, una canción que no tiene carácter religioso. Para los tehuano La Sandunga es un homenaje de amor y admiración a la mujer tehuana.
Investigando más a profundidad , llegué a la historia de un amor más sublime. La Sandunga es el resultado de el amor a una madre. “...Ay, ay mamá por Dios". salió del corazón de su autor, Máximo Ramón Ortiz. Tehuano que ocupó cargos públicos en la ciudad de Oaxaca, regresa a Tehuantepec para encontrar a su madre muerta.
Las bases musicales de esta canción llegaron a México como una pieza de jaleo andaluz en 1850, y tres años después en Oaxaca fue ejecutada como danza de corte europeo. En 1853 esta música es llevada a Tehuantepec por Máximo Ramón Ortiz, modificándola, tehuanizándola con la nostalgia de los primeros versos.
Musicos y bandas istmeñas hicieron también su parte para que finalmente los istmeños hicieran suya esa canción.
Fueron los istmeños que popularmente bautizaron la canción por "La Sandunga". Palabra que en voz zapoteca significa gracia, donaire y salero. La sandunga es entonces esa mujer alegre, salerosa y bailadora.
Así definiría yo a esta región en donde las personas toman la vida por la vida y viven para vivir.
!Que vivan las madres!
!Que vivan las mujeres!
!Que vivan las muxhes!
y !Que viva la Vela Sandunga!
En zapoteco:
Ante noche fui a tu casa,
Ñuú iku ni sa’in be’u,
tres golpes le di al candado
ni dakasin uni xichi;
tú no sirves para amores,
animo ma tu’a bia,
tienes el sueño pesado.
kua’a sasntu’u yo kidu.
¡Ay! Sandunga, Sandunga
¡Ai! Sandunga, Sandunga
mamá por Dios.
ña’a xi Dios.
Sandunga, no seas ingrata,
Sandunga, ma tu’a biu;
mamá de mi corazón.
ña’a chi nduu sto’o yu.
Me ofreciste acompañarme
Ni kachu xi, iini nu’nda
desde la iglesia a mi choza,
nde beñu’u xi ndé be’i,
pero como no llegaste
do ña miu koni ndekunu,
tuve que venirme solo.
mindai ni naxikokuin.
A orillas del Papaloapan
Yu’u yute Papaloapan
me estaba bañando ayer,
iku xichí inakai,
pasaste por las orillas
yatni indu ie ni ya’u;
y no me quisiste ver.
te koni ndakotu nui.
Estaban dos tortolitas
Ni xini ui lungu kuati,
arrullándose en su nido,
chitustna’abe ini taka;
y por más luchas que te hice
ni kachi xi yó ndekotu
te hiciste desentendida.
ni koni tiaku ña kachii.
¡Ay! Sandunga sí, ¡Ay! Sandunga no,
¡Ai! Sandunga jan, ¡ai! Sandunga koo,
¡Ay! Sandunga del otro lado,
¡Ai! Sandunga inga bi ichi;
donde quiera que pego un brinco yo,
yu’u nsidaa xan indu ndabi naa,
yo siempre caigo parado.
ma bada naxikoni’i.
Mosquito no mortifiques
Sikuiin daku’i xi dini,
con tus cantos mal sonantes,
ña kinika xito naa;
si me cantas no me piques,
nu xito, masa ko’u niii;
si me picas no me cantes.
nu xi’u yuu, masa kotu.
Máximo Ramón Ortíz
Ante noche fui a tu casa,
Ñuú iku ni sa’in be’u,
tres golpes le di al candado
ni dakasin uni xichi;
tú no sirves para amores,
animo ma tu’a bia,
tienes el sueño pesado.
kua’a sasntu’u yo kidu.
¡Ay! Sandunga, Sandunga
¡Ai! Sandunga, Sandunga
mamá por Dios.
ña’a xi Dios.
Sandunga, no seas ingrata,
Sandunga, ma tu’a biu;
mamá de mi corazón.
ña’a chi nduu sto’o yu.
Me ofreciste acompañarme
Ni kachu xi, iini nu’nda
desde la iglesia a mi choza,
nde beñu’u xi ndé be’i,
pero como no llegaste
do ña miu koni ndekunu,
tuve que venirme solo.
mindai ni naxikokuin.
A orillas del Papaloapan
Yu’u yute Papaloapan
me estaba bañando ayer,
iku xichí inakai,
pasaste por las orillas
yatni indu ie ni ya’u;
y no me quisiste ver.
te koni ndakotu nui.
Estaban dos tortolitas
Ni xini ui lungu kuati,
arrullándose en su nido,
chitustna’abe ini taka;
y por más luchas que te hice
ni kachi xi yó ndekotu
te hiciste desentendida.
ni koni tiaku ña kachii.
¡Ay! Sandunga sí, ¡Ay! Sandunga no,
¡Ai! Sandunga jan, ¡ai! Sandunga koo,
¡Ay! Sandunga del otro lado,
¡Ai! Sandunga inga bi ichi;
donde quiera que pego un brinco yo,
yu’u nsidaa xan indu ndabi naa,
yo siempre caigo parado.
ma bada naxikoni’i.
Mosquito no mortifiques
Sikuiin daku’i xi dini,
con tus cantos mal sonantes,
ña kinika xito naa;
si me cantas no me piques,
nu xito, masa ko’u niii;
si me picas no me cantes.
nu xi’u yuu, masa kotu.
Máximo Ramón Ortíz
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