La Enciclopedia Metódica Larousse connota al vocablo "velada", palabra derivada de vela, como: "Reunión nocturna de varias personas con intención de divertirse o solazarse", y como "Concurrencia nocturna a una plaza o paseo público, con motivo de una fiesta musical o literaria".
Originalmente, Las Velas fueron de corte religioso, fueron introducidas en el Istmo por los frailes misioneros españoles durante la Colonia como parte del proceso de evangelizaron enriquecimiento y castellanizaron de los pueblos originarios. La población pasaba la noche en vela como muestra de lealtad a sus santos.
En principio cada vela representa a un santo, una virgen o un héroe. Aunque persisten reminiscencias de la celebración religiosa, hoy en día se hacen velas por casi todo. Hay velas por oficios: de pescadores, de plateros, de taberneras. Vela por frutas, vela por santos, vela por animales, vela conejo, vela paloma en San Blas.
Las velas sirven para fortalecer la convivencia y los vínculos de intercambio entre las familias que año con año conservan un lugar concreto dentro de la fiesta.
Lo que inició como un rito comunitario para venerar el alma, ha terminado por ser un culto al cuerpo, se dice que estos servidores de la iglesia se dejaron afectar por “el mal de primavera”; el calor istmeño. La energía del istmo es sexual, como dice, Amurabi, un amigo: “el istmo en semana santa el istmo huele a pito, coño.” Estas fiestas cumplen con la carne y el espíritu, es una fiesta de vivos y de muertos pero su función es celebrar la existencia.
Cada municipio de esa zona cuenta con su vela. De acuerdo al calendario de las Velas del Istmo, inician el 12 de mayo con la Vela de la Santa Cruz en Salina Cruz; sigue la de Espinal para el 16 de mayo la Vela de San Mateo; así como las de Juchitán el 27 de mayo la Vela de San Isidro Labrador y el 29 de mayo la Vela de San Vicente Ferrer; para el 30 de mayo en Tehuantepec la Vela Sandunga y ese mismo día en Espinal la Vela Virgen del Rosario.
La organización está a cargo de mayordomos con el apoyo de capitanes y capitanas, quienes voluntariamente solicitan la festividad. Así es como mayordomía, tiene que ver con el prestigio y el prestigio tiene que ver con el poder. Cada año, una familia se ofrece voluntariamente para presidir el patronato de la vela y preparar la celebración del año siguiente. Así, cada familia invita a otras familias para que asistan a su lugar o "puesto" en donde la gente es recibida con alimentos, bebidas y un lugar donde sentarse para disfrutar la música de la noche: regional y de conjunto. Los asistentes deben ir vestidos con la indumentaria de gala o de lo contrario se les niega la entrada: la mujer debe vestir traje regional y el hombre guayabera blanca y pantalón negro. Practicas normativas que constituyen tradición. No existen cuotas para la entrara a la vela, la mujer llega con su “limosna” que es una pequeña aportación a la mayordomo y el hombre entra con un cartón de cerveza.
Regada de Frutas de Cheguigo
La tarde anterior a la vela, se celebra la regada de frutas (desfile de carretas y carros alegóricos, donde las capitanas, vestidas con sus hermosos trajes regionales, tiran frutas y regalos a los concurrentes) que son desfiles en los que los niños montan caballos y se designa un niño-capitán que va junto con los demás, literalmente, regando juguetes y frutas por las calles de Juchitán.
“Participé en la regada de flores de Cheguigo, fue colorida, alegre, sorprendente para los ojos curiosos de un extranjero, los ojos de quien lo ve por primera vez. Los regalos indican buenos augurios, como también reconocimiento u homenaje de quienes los ofrecen. Símbolo de prestigio, lealtad y poder en la comunidad. Por otro lado la regada y las tradiciones es una de hacer comunidad de formar tejido social. Hace que todos se vinculen, participen, une, crea identidad, orgullo.”
Posteriormente se sigue la fiesta para la lavada de ollas al día siguiente. Ya sea para las velas o lavadas el dicho común es que entras con un cartón y te tomas dos. Por tanto, lo que pasó en una vela lo puedo contar porque me lo han contado. Sé que estuve ahí pero perdí la cabeza después de la 24ava cerveza.
Las velas más representativas son las velas de mayo y su famosa “Vela Sandunga” de Santo Domingo Tehuantepec.
Estas velas, como otras, son extensivas a los istmeños radicados en otras ciudades adentro y fuera del país y tiene como finalidad que la comunidad istmeña se concentre con sus allegados.
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